Crítica de ‘Galveston’: Redenciones

La actriz y directora Mélanie Laurent adapta una de las novelas más recomendables de la actualidad. Una historia de perdedores y de un viaje de incierto destino bien narrada y mejor dirigida. Uno de los thrillers más vistosos y mejor adaptados para cualquier amante de las historias de cariz amargo pero con sólidos cimientos. Bienvenidos a un viaje sin retorno. Bienvenidos a Galveston.

La novela de Nic Pizzolatto, conocido por ser el creador de la fascinante e imprescindible primera temporada de esa maravilla que es True Detective, es un thriller clásico de género sobre un hombre y su redención. Una historia sencilla pero que con la prosa de Pizzolatto hace que el lector se meta en la historia hasta lo más profundo, cosa que ya ocurría con el magnífico guión que desarrolló en True Detective para la HBO.

Galveston narra la historia de Roy Cady, un tipo que se ve envuelto en una huida tras juntarse con la gente indebida en las circunstancias menos beneficiosas. Los acontecimientos harán que se tope con una joven con la que entablará una estrecha relación. Tenemos un casting de lo más acertado para la ocasión, ya que Ben Foster es el perfecto actor para encarnar a Roy, y lo mismo sucede con Elle Fanning, que borda su papel de igual manera.

Hablamos de un thriller al uso, seco y violento, que une a dos personas en busca de una dudosa redención personal. El personaje de Roy está sólo en su encrucijada, hasta que aparece Raquel, una joven envuelta en los mismos problemas y que acompañará a Roy en su viaje. Se trata de una suerte de road movie que se toma el tiempo justo para presentar a los personajes, sus motivaciones y ajustarse a la novela de Pizzolatto como un guante, cosa que se agradece para los que la hemos disfrutado.

Laurent muestra destreza tras la cámara contando lo necesario, mostrando lo necesario y haciendo de la violencia una contundente puesta en escena cuando ha de aparecer. Lo demás lo ponen Foster y Fanning, creando unos personajes perfectamente dibujados dentro de la historia. Los paisajes de Texas y Galveston hacen el resto. Estamos dentro de la película en el momento necesario, y de la forma adecuada como espectadores, mientras somos testigos del vínculo que surge entre Raquel y Roy, y ese viaje improvisado que se convierte en la última posibilidad de salvación de unos personajes marcados por la tragedia.

Es probable que en la novela todo quede más redondo, pero en un largo de apenas hora y media el resultado es satisfactorio. Es cierto que se podría haber dedicado más tiempo a relatar el vínculo de ambos personajes, o llegar al final de forma algo menos abrupta, pero no se puede negar que Laurent se ha ajustado al texto más que correctamente, y nos cuenta una historia dura, amarga, pero con un atisbo de luz al final. Todos los ingredientes sin falta para crear una buena película, lo que finalmente resulta ser  Galveston.

Más que recomendable si han visto True Detective y salvando las evidentes diferencias, es agradable acercarse a un thriller de la calidad de Galveston. No cuenta nada, nuevo y puede que hayan estado antes en los lugares que podremos visitar, pero es innegable que el empaque y las buenas maneras están ahí. Una historia de redenciones y vidas marcadas por la tragedia en la búsqueda de un rayo de luz, por unos personajes que, conocedores de sus oscuros bagajes, hacen el camino que les toca dándose la mano para encontrar un poco de paz en un camino donde sólo hay oscuridad. Y eso, siempre resulta interesante.

 

 

Miguel Francisco Moreno

 

 

Deja un comentario