Va de series: ‘Banshee’

En 2013 la cadena Cinemax estrenaba una serie que poco a poco alcanzaría hordas de fans. Sin distorsiones, sin fórmulas novedosas, pero con mucha potencia y dispuesta a arrasar, viajábamos a un pueblo donde siempre todo se complica. Violencia, sexo y acción salvaje se conjugan en una serie que nadie debería perderse, y que mejora por temporadas. Bienvenidos a Banshee.

BANSHEE

La serie está protagonizada por Antony Starr, un ladrón que tras salir de la cárcel sin rumbo fijo, termina en Banshee, Pennsylvania,  una comunidad donde existe una relativa paz entre varios personajes que se unirán a la trama paulatinamente. El azar querrá que nuestro antihéroe pase en Banshee más tiempo del que hubiera deseado. El reparto se completa con la bella Lili Simmons, Ivana Milicevic, Hoon Lee, Ulrich Thomsen, Trieste Kelly Dunn y Frankie Faison entre otros.

La serie merece reseña por varios factores, y es que te enganchará desde el piloto. No es una serie para todos los públicos, pero los amantes de las emociones fuertes están de enhorabuena. Prácticamente todos los capítulos tienen su dosis de balas, escenas de sexo y violencia sin remilgo alguno. En el apartado técnico hablamos de una serie redonda, que crece en cada temporada con algunos episodios para recordar. Banshee tiene nuevo sheriff y los problemas vienen en forma de lluvia de balas.

Otros personajes como el de Proctor, un mafioso local de familia amish interpretado a la perfección por Ulrich Thomsen, dan categoría a la serie. Las chicas guapas no sólo están para lucirse, sino que manejan armas y se dan palizas con otros tipos duros como cualquiera. Los conflictos personales vienen marcados por el oscuro pasado del protagonista, ligado a personajes y hechos que volverán para ponerle las cosas difíciles.

Por si todo esto fuera poco, hacerse con el poder en una pequeña ciudad como Banshee no es fácil. La tribu de los Kinaho, Proctor y otros personajes que visitarán el lugar pondrán la guinda del pastel. Mención aparte merecen muchos personajes que pasan por la serie, como el particular guardaespaldas de Kai Proctor, interpretado por Matthew Rauch, el policía local Brock (Matt Servito) o Rabbit, pieza importante del pasado del protagonista, al que da vida Ben Cross.

Banshee es adrenalina en vena sin adulterar. Se excede en todo y no se preocupa de la medida. Es ahí donde puede sobrevenir el problema para algunos. Es la antagonista a series como The Wire. El realismo se queda muy atrás para colocar el foco sobre la acción y la violencia más primitiva. Raro es el episodio en el que Lucas Hood no acaba con la cara hecha un mapa, se disparan varias toneladas de balas, hay combates cuerpo a cuerpo que literalmente duelen, o aparece alguna actriz mostrando sus encantos. Cinemax, muy consciente de ello, entrega a la plebe lo que reclamaba. Diversión salvaje en carne viva.

Banshee-malos

Las cuatro temporadas de Banshee suman un «in crescendo» brutal en el que la serie gana en intensidad, violencia y profundidad en sus personajes. El subidón de adrenalina mejora por capítulos, alcanzando la excelencia en su tercera temporada, con episodios magníficos que harían palidecer a muchas películas de acción. Aplauso mantenido para guionistas y equipo técnico, que ruedan planos imposibles y secuencias de infarto en momentos clave.

Engancharse a Banshee es tan fácil como respirar. Los guionistas sorprenden a cada temporada, y a la acción y la violencia marca de la casa se unen episodios para la reflexión, atormentando a Hood. Un pasado criminal donde no hay redención y se lleva por delante a todo y a todos. Eso sí, si conocen a un tipo más duro que Lucas Hood, quisiera conocerle. Más duro que un clavo en un ataúd.  Personajes como Job, al que da vida un magnífico Hoon Lee, ponen el punto de humor siempre en el momento más necesario.

Visceral como pocas, recomiendo esta serie a todo mortal. Los que se aburran rápido sólo tienen que darse una vuelta por Banshee para despejarse en poco tiempo. Llena una habitación con cuarenta cajas de granadas y munición, y arroja una cerilla. El resultado es Banshee. Y es que nunca una pequeña ciudad de Pennsylvania tuvo tanto divertimento y de tanta calidad. Te lo dice un servidor, y nunca miente.

Miguel Francisco Moreno

 

 

 

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