El cine que te marcó: ‘Arma letal’

En 1987 y en pleno boom de las películas de acción el director Richard Donner daba en la diana con una propuesta que tendría un tremendo éxito. Juntar a dos policías muy diferentes, algo de humor, una pizca de drama y mucha acción era un cóctel que siempre sabe a éxito. Se estrenaba un clásico que comenzaba una saga. Bienvenidos a Arma letal.

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El guión lo firmaba el talentoso Shane Black, que tras haber pasado por la interpretación, también se pasaría a estar detrás de las cámaras posteriormente. Dos policías obligados a trabajar juntos tendrían que desmantelar una peligrosa organización criminal mientras luchaban por sus vidas y buscaban la manera de encajar sus enfrentadas personalidades. Para ellos contábamos con Mel Gibson como Martin Riggs y Danny Glover como Roger Murtaugh. El villano de la función vendría encarnado por un excelente Gary Busey, acompañado de veteranos como Tom Atkins y Mitchell Ryan.

En plena euforia de las denominadas «buddy movies» o pelis de colegas (tanto en el género de la comedia como el de la acción), que iniciaron otros clásicos como Límite: 48 horas reuniendo a Eddie Murphy y Nick Nolte, e infinidad de títulos posteriores que solían incluir parejas de actores con química, Arma letal sobresale por encima de todas ellas. Tenemos al desquiciado y torturado Riggs, un policía que no tiene nada que perder, y a su compañero Murtaugh, que al contrario, tiene familia numerosa y una vida ordenada y pulcra. Un choque de identidades al que Donner supo sacar el jugo. No por nada Arma letal goza de tres secuelas, todas ellas bastante exitosas, incorporando actores que aderezaban el humor, como Joe Pesci.

Tenemos carisma por parte de ambos actores, mucha acción, una banda sonora que incluye A Michael Kamen y temas del legendario Eric Clapton, y situaciones muy diversas y acertadas. Todos recordamos escenas como en la que Riggs se lanza de la azotea esposado de las manos de un suicida, o la emboscada en el desierto, rodadas con pulso firme por Donner y marca de la casa en la saga. La estela de Arma letal fue creciendo hasta una cuarta entrega divertidísima, con un villano a la altura como es Jet Li y un puñado de escenas de acción magníficas.

La entrega original es la que recuerdo con más cariño, ya sea por la sorpresa o por ese sabor a los 80 que desprende. El guión de Black define a los personajes y no se anda por las ramas con subtramas o romances imposibles. Da al espectador lo prometido, adrenalina en vena y un policial tan comercial como decente.

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Cabe destacar la excelente química entre los actores, que como no podía ser de otro modo, comienzan odiándose para construir una relación de amistad a prueba de balas, y nunca mejor dicho. Riggs tiene sus motivos para que nadie quiera trabajar con él, pero tampoco tiene nada que perder. Murtaugh es un policía a la antigua al que no le viene mal nueva compañía y emociones fuertes. Llegados al tramo final, la acción no da tregua culminando con un enfrentamiento mano a mano entre nuestro héroe y Joshua, el malvado sicario de la organización.

Si intentamos buscar en el cine reciente algo tan entretenido y bien construido como Arma letal, nos será harto complicado. Es un tópico, pero hay que decirlo: ya no se hace cine como éste. Por eso le dedicamos su momento de gloria en la sección que le corresponde, y es que Donner demostró a la dirección que se movía como pez en el agua en el género de la acción.

Arma letal soporta un revisionado en la actualidad sin despeinarse, y eso tiene su peso. Cuando nos referimos a clásicos de la década en lo que a acción se refiere, nombrarla junto a otras como Depredador, Commando o Danko: Calor Rojo es obligado. Todas ellas tienen el inconfundible sabor de ese cine de entretenimiento que no necesitaba mas que un puñado de tiroteos y actores carismáticos para quedarse en la memoria.

Desde entonces, la imagen de Gibson y Glover blandiendo sendas armas espalda con espalda es un auténtico pilar del cine que nos ocupa, como muchas de las frases del film. A reivindicar la que sería repetida en numerosas ocasiones de la saga por el sargento Murtaugh:

«Ya estoy demasiado viejo para esto»

 

Miguel Francisco Moreno

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