El cine que te marcó: ‘L.A. Confidential’

En el lejano 1997 el director Curtis Hanson ofrecía al género del cine negro una pieza de indiscutible calidad. Chicas guapas, polis duros, corrupción, trapicheos varios y romance clásico se daban la mano en una cinta imprescindible. Los años 50 volvían y de la mejor manera en un gran policiaco. Bienvenidos a L.A. Confidential.

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Hanson, director de otros films como La mano que mece la cuna o Río Salvaje, adaptaba a la gran pantalla la novela de James Ellroy sobre un guión del propio Hanson y Brian Helgeland.  Tres agentes de policía de Los Ángeles se verían inmersos en un entramado de corrupción en su departamento, cada uno de ellos con sus métodos y su forma de actuar. La cinta se llevaría 2 Oscar de 9 nominaciones, y el Globo de Oro para Kim Basinger de otras 9 nominaciones al galardón. El reparto, uno de los puntos fuertes, incluía a Basinger, Russell Crowe, Guy Pearce, Kevin Spacey, Danny DeVito, James Cromwell y David Strathairn entre otros.

La trama de L.A. Confidential se situaba en los convulsos 50, destapando los trapos sucios del departamento de policía y varios integrantes del mismo. Bud White (estupendo Crowe) y Guy Pearce como Ed Exley, un policía recto y tenaz dispuesto a limpiar su nombre, serán los encargados de aclarar las cosas e imponer su propia ley, cada uno con su diferente metodología. White sabe usar los puños y Exley el cerebro, con lo cual serán una excelente asociación. Todo un departamento de policía les esperaba para enfrentarse en un duelo memorable.

El film fue el resurgir de un género que estaba casi muerto antes del estreno del mismo. Una ambientación inmejorable que se adaptaba perfectamente a la obra de Ellroy, unos actores en estado de gracia desde el primero al último, una tensión in crescendo fantásticamente conseguida y una sobria y elegante puesta en escena hizo que la crítica la alabara. La propuesta  incluye todos los elementos característicos para enmarcarse dentro del género que abandera: femmes fatales, polis duros, empresarios corruptos, pistolas humeantes, humo de cigarrillos, traiciones…

Cierto es que Hanson como cineasta no acarreaba una gran lista de éxitos, y que si la cinta hubiera estado dirigida por alguien de más renombre, quizá hubiéramos asistido a otro tipo de propuesta. Sin embargo aquí el director toma las riendas de un modo más que satisfactorio llevando a buen puerto una cinta que estaba destinada a volver a revitalizar un género casi olvidado y recordado por clásicos.

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L.A. Confidential no tuvo la merecida suerte al coincidir en los Oscar con Titanic, ese monstruo de James Cameron, pero sí fue justamente subida a su pódium particular y merece estar en la colección de cualquier amante del Noir. Su trama no es precisamente pequeña, y abarca una suerte de personajes de lo más variopinta, situaciones dignas de aplauso por su tensión, una evolución de personajes bastante acertada y un final que es el broche perfecto. Todo ellos suficiente de formar parte del elenco de la sección que la recoge, junto a otras muchas joyas del cine que marcan.

La odisea de Exley y White llega a su fin con una de las secuencias más recordadas y mejor filmadas de Hanson, ajustada a los cánones y con su elegancia particular. Los caminos que siguen ambos policías confluyen al final para llevar al mismo punto sin retorno, donde se han de tomar decisiones drásticas. Llega el momento de empuñar las armas.

L.A.  Confidential merece una revisión sin ninguna duda para apreciar todas sus virtudes. No se trata de otra cinta más del Noir, sino que alcanza la excelencia en varios de sus apartados. Merece ser recordada junto a otras obras que resucitaron género como Camino a la Perdición o clásicos como Chinatown y Muerte entre las flores. Supo resucitar un género que como todos tuvo su tiempo de gloria, con sobriedad y una particular elegancia aportada.

«Vuelve a Jersey, Sonny. Ésta es la ciudad de Los Ángeles y tu no tienes alas.»

Frases como ésta, una de las más recordadas del film, hacen que volvamos a creer en el mejor cine negro. Fijen las pupilas en la pantalla y no pierdan detalle.

Miguel Francisco Moreno

 

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